Servicio de Traumatología y Cirugía Ortopédica
IMED Levante apuesta cada día por introducir los tratamientos médicos más novedosos dentro de su cartera de servicios. En este sentido, hemos creado una nueva unidad de medicina regenerativa, que ofrecerá a nuestros pacientes tratamientos especialmente dirigidos a las lesiones traumatológicas y ortopédicas.
¿En qué consiste la Medicina Regenerativa?
En los últimos años, el estudio de las plaquetas y de los mediadores biológicos que éstas contienen ha permitido concebir un nuevo tipo de tratamiento médico basado en la preparación de un plasma autólogo (extraído del propio paciente) que se aplica sobre determinadas lesiones, favoreciendo la regeneración de tejidos. Es el área de actuación conocida como Medicina Regenerativa o Bioingeniería de los Tejidos.
Estos tratamientos tienen una especial importancia en el caso de deportistas que quieren acelerar el proceso de recuperación de sus lesiones (medicina deportiva), pero también para pacientes generales que mejorarán los resultados de los tratamientos convencionales.
Los tratamientos con factores de crecimiento han sido utilizados en los últimos años por los deportistas de élite con el fin de acortar de manera extraordinaria sus periodos de recuperación y mejorar las condiciones bajo las que pueden volver a competir. Ahora, ya no sólo los deportistas de máximo nivel podrán acceder a este tratamiento, ya que en IMED Hospitales contamos con una Unidad de Biomedicina y Medicina Regenerativa en la cual nuestro equipo de profesionales aplica los factores de crecimiento sobre lesiones traumatológicas y ortopédicas para todos aquellos pacientes que desean contar con las ventajas de esta exclusiva técnica.
Tras producirse una lesión, se activan de manera biológica un gran número de vías intercelulares e intracelulares con el objetivo de restaurar el tejido dañado. Cuando aplicamos un tratamiento con factores de crecimiento el objetivo es aumentar la concentración de dichos factores en este proceso, para que la recuperación sea más rápida y estable. Otro de los procesos que se activan cuando aplicamos factores de crecimiento es la generación de fibrina, un gel o coágulo con importantes funciones biológicas. La fibrina actúa en un doble sentido: por un lado se convierte en la matriz que alberga las células, actuando como andamiaje mientras se regenera el tejido. Por otro lado, actúa como liberador constante de factores de crecimiento.
Los factores de crecimiento, también conocidos por sus siglas PRGF (Plasma rich in Grown Factors, Plasma Rico en Factores de Crecimiento) son una serie de sustancias que desempeñan un conjunto de funciones fundamentales en el organismo relacionadas con la regeneración de tejidos. La aplicación de estos factores de crecimiento aporta notorias ventajas al tratamiento de determinadas patologías en el ámbito de la traumatología y otras especialidades médicas.
Los factores de crecimiento actúan en diferentes niveles que favorecen la regeneración de los tejidos y la recuperación de lesiones:
- Estimulan la proliferación y regeneración celular.
- Tienen una acción angiognénica, es decir, favorecen la creación y recuperación de los vasos sanguíneos.
- Cuentan con importantes propiedades anti-inflamatorias y anti-bacterianas, claves en el proceso de recuperación.
El PRGF se aplica cada día en más ámbitos de la medicina como la cirugía oral, la odontología, la medicina estética, el tratamiento de úlceras o la oftalmología. En el ámbito de la traumatología, el PRGF está especialmente indicado para:
- Lesiones de tendón y ligamento.
- Regeneración ósea.
- Regeneración muscular.
- Patología articular (condropatias y artrósis).
La utilización de factores de crecimiento conlleva las siguientes ventajas:
- Acelera el proceso de recuperación.
- Puede ser un buen complemento para tratamientos de lesiones complejas.
- Es un procedimiento autólogo, es decir, se utiliza el plasma del propio paciente.